El sudor debe ser compensado con una buena cantidad de agua y evitar que en su cuerpo continúe elevándose la temperatura. Si realizas ejercicios al aire libre considera hidratarte constantemente porque si la sensación de calor en tu cuerpo llegara a elevarse demasiado los neuroreceptores que controlan la sed podrían detenerse y ello ocasionaría una deshidratación.
Ayúdate vistiendo prendas cómodas, las ropas apretadas o muy abrigadoras (licradas, accesorios de plástico) ocasionan que la transpiración no se produzca con naturalidad y en consecuencia la grasa no podrá eliminarse aún cuando te esfuerces en entrenar por varias horas.
Se dice que mientras más transpira una persona es mayor el peso que pierde en una rutina de ejercicio. En realidad la sudoración excesiva se relaciona con la cantidad de líquido eliminado durante el entrenamiento y no tanto con nuestro peso corporal. Un deportista que se ejercita por largo tiempo necesita hidratarse cada 10 ó 15 minutos aún cuando no tenga sed.
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