Te traemos una secuencia de ejercicios para la papada que te ayudarán considerablemente para reducir y reafirmar esa zona, haciéndote lucir mucho más joven en cuestión de semanas. Si a la zona del cuello-quijada-barbilla no se le mantiene un cuidado constante, tiende a aflojarse con la edad y con el exceso de peso, produciendo esa desagradable papada que nos hace ver menos atractivas y aparentar ser mayor de lo que somos. Realizar una rutina que reafirme los músculos de esa zona resulta muy beneficioso y genera resultados asombrosos.
Adelgazar y reafirmar el área de la papada requiere de constancia y dedicación, sin embargo, una vez que se inicia el programa de ejercicios y cuidados para esa zona, los resultados serán asombrosamente notorios. Los ejercicios para la barbilla son efectivos y está demostrado que surten efecto positivo, y más aún si los combinas con otros métodos como bajar de peso y con un maquillaje adecuado. Hay que tomar en cuenta también que una buena postura ayuda bastante y es algo que puedes comenzar a poner en acción ya mismo.
Comenzando con los ejercicios para reducir la papada:
Con estos súper sencillos ejercicios para la papada, se te irán fortaleciendo y endureciendo los músculos de tu cara y cuello, haciéndolos ver más firmes y ofreciendo así una apariencia más joven y lozana.
TIPS PARA TOMAR EN CUENTA:
Comienza la rutina de ejercicios para la papada con diez repeticiones para cada movimiento, al menos una vez al día.
Si puedes repetir dos o tres veces al día obtendrás resultados más rápidos.
Realiza los ejercicios con la columna vertebral erguida, bien sea que estés parada o sentada, procura mantener buena postura.
Al realizar cada ejercicio, recuerda respirar y expirar adecuadamente.
Siente el ejercicio, siente tus músculos en acción y saca el mayor provecho de cada ejercicio.
Mantén cada posición durante 10 seg.
∗ Con la espalda derechita, gira la cabeza como si miraras hacia la izquierda, lentamente y con fuerza. Luego alterna con la derecha, y así sucesivamente hasta completar 10 veces cada lado. Luego mira hacia arriba levantando la barbilla con fuerza y luego hacia abajo sucesivamente y lentamente.
∗ Pon tensos los tendones de la mandíbula, estirando los labios hacia arriba como si quisieras tocarte la nariz con ellos, y al mismo tiempo intenta voltear las comisuras de la boca para abajo, como si estuvieras triste.
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