jueves, 19 de enero de 2017

Cómo entrenar los días de calor y no arriesgar la salud



En el verano, en sintonía con las metas renovadas para adelgazar o ponerse "en forma", no son pocos los que retoman (o se inician) en las actividades deportivas y recreación.

Si bien los médicos siempre insisten en la importancia de "moverse", en estas semanas de calor, también se encargan de advertir sobre los cuidados que se deben tener para entrenar y evitar golpes de calor, deshidratación y otras complicaciones.


Los especialistas coinciden en la importancia del examen general para conocer el estado de salud de cada persona, previo al comienzo de cualquier disciplina o actividad deportiva en general, ya sea en verano o en invierno. Incluso, también recomiendan un chequeo de aptitud, para saber cuánto esfuerzo el cuerpo podrá tolerar y, en consecuencia, qué intensidad deben tener los ejercicios que se vayan a hacer. Pero hay otros cuidados que se suman a los más conocidos.

"El calor genera que haya en el organismo un esfuerzo superior y su eliminación por parte del cuerpo se dificulta porque empieza a funcionar mal el "termoestato" interno. Hacer un ejercicio intenso con una temperatura superior a los 30 grados no es recomendable desde ya, para cualquier tipo de deporte de alta intensidad", dice a La Nación el médico cardiólgo y deportólogo Roberto Peidro.

La primera recomendación para las altas temperaturas es tratar de hacer cualquier actividad en las primeras horas del día o luego de las 17:00, cuando baja el sol ya no tiene una incidencia tan fuerte.

Peidro sugiere, además de ejercitarse con ropas livianas que mantengan el cuerpo ventilado, tomar el hábito de refrescarse la piel para ayudar al organismo a mantener su temperatura. "Por convección, el calor va de los lugares de mayor temperatura a los de menor. Si la temperatura de afuera es mayor a la que hay dentro del cuerpo, el organismo no puede eliminar el calor y por eso es bueno pasarse agua en la nuca, en las zonas de pliegue y la zona inguinal", agrega el galeno.

¿Y qué tan bueno es tirarse a una pileta cercana ni bien se termina de entrenar? "El cambio brusco de temperatura puede generar lo que se llama hidrocución. Puede ocurrir cuando hace muchísimo calor afuera y uno se tira en el agua fría. Este brusco cambio de temperatura puede generar una serie de cambios en el aparato cardiovascular, cerrando los vasos -se llama vasoconstricción-, y hasta puede llevar a la muerte. No es lo habitual pero pasa, entonces lo que se tiene que hacer es mojar previamente el cuerpo antes de zambullirse", explica Peidro.

Una de las herramientas del "termoestato" interno nombrado por Peidro para mantener el cuerpo en una temperatura normal es la sudoración. "Es una condición fantástica que tenemos para perder calor - afirma el médico cardiólogo y deportólogo Jorge Franchella -. La sudoración enfría el cuerpo cada vez que las gotitas se evaporan en la piel. En cambio si uno siente que está como goteando o chorreando, estamos perdiendo agua pero no estamos enfriando al cuerpo", aclara.

"El líquido lo tenemos que recuperar tomando agua sistemáticamente y no esperar a tener sed, porque cuando la tenemos ya perdimos un uno por ciento de agua de nuestro cuerpo. Es un poquito tarde, entonces hay que acostumbrarse a ir anticipándose a esa sensación", agrega Franchella, que es director del programa de Actividad física y deportes del Hospital de Clínicas.

Por su parte, el médico cardiólogo, deportólogo y especialista en nutrición deportiva Sergio Mauro se encarga de desarmar una vieja creencia asociada a las estrategias para bajar de peso. "Ya no ocurre tanto pero se sigue viendo igualmente, el correr abrigado para transpirar: se usaba en el boxeo antiguamente y eso es una aberración, porque por más que se transpire no se adelgaza. Se pierde líquido, que es otra cosa", advierte Mauro.

Un chequeo previo y estar siempre hidratado son la clave para no sufrir problemas. La indicación para una hidratación correcta en estas épocas, antes, durante y después de un esfuerzo físico no necesariamente debe ser con bebidas de etiquetas que prometan máxima recuperación o energía extra. "Cuando el líquido tiene mucho contenido en azúcar, en ese momento puede que tarde un poco más en absorberlo el organismo.

El liquido es bueno que esté fresco, no frío, y que sea fundamentalmente agua, no necesariamente helada", dice Franchella.

En tanto que la clásica cerveza bien fría después de un partido intenso y en el que se transpiró mucho es mejor evitarla, recomienda el especialista: "El alcohol tiene un efecto que se llama antialdosterona.

La aldosterona es una hormona que tenemos en el cuerpo y que entre otras cosas regula la cantidad de sal que retenemos. También hay un mecanismo que nos hace eliminar más líquido por orina, entonces tiene un efecto que hace que eliminemos más agua, de hecho".

Para evitar cualquier complicación en los días en los que el termómetro sube más de lo habitual, la clave que no tiene ninguna objeción entre los especialistas, es acerca de mantener un buen nivel de hidratación.

Los profesionales señalan que llegar bien hidratado a la actividad física también es importante, y que si esta va a durar menos de 45 minutos.También se recomiendan bebidas deportivas y algún complemento de alguna fruta o gel deportivo. No obstante, lo importante, remarcan los especialistas, es no dejar de tomar agua.

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