lunes, 13 de febrero de 2017

Ocho señales que te avisan que debes cambiarte de gimnasio


Existen incontables razones para hacer ejercicio y los gimnasios ganan cada vez más fanáticos del fitness. Pero no todo el mundo entrena contento y hay factores externos que pueden hacer que la rutina se vuelva insoportable.
El periódico español El País recopila algunos motivos para buscar un nuevo lugar para entrenar y María del Carmen Trigo, instructora y administradora de un gimnasio Premier, explica qué es lo que debes buscar.

1. El entrenador ni te mira.

Está claro que si quieres una atención personalizada, lo ideal es contratar un instructor para vos solo, pero los que trabajan allí también deben preocuparse por el bienestar de los clientes. “Un entrenador debe comprender las necesidades de cada persona porque no todos van para ser atletas profesionales sino para relajarse o entretenerse”, explica Trigo, añadiendo que los instructores deben velar por la seguridad de los clientes y estar atentos a todos por igual.

2. Está muy lleno y tienes que hacer fila.

Celulares y conexión gratis a internet, mala combinación para hacer deporte. En muchos gimnasios, además de sobrepasar la capacidad de alumnos por espacio, es común encontrar gente que pasa varios minutos en una máquina chateando, tomándose fotos o charlando entre amigos. Si lo que quieres es entrenar, mejor buscá uno que esté más vacío.

3. Qué pasa si te accidentas.

En un gimnasio pueden pasar muchos accidentes. Trigo recomienda que antes de inscribirte te asegures de que hay un botiquín para primeros auxilios y, en el mejor de los casos, un seguro médico para atender emergencias.

4. No encuentras las pesas.

El que ha ido a un gimnasio sabe que la ‘desaparición’ de las pesas chicas es moneda corriente, pero cuando esto se repite cada vez que las necesitas, el asunto puede acabar con tu paciencia. “Los instructores deben pedir a los alumnos que dejen las mancuernas en su lugar, pero la gente es muy desordenada”, asegura Trigo y dice que los profesores están para planear rutinas y ayudar a entrenar, aunque muchas veces tienen que ocuparse de recoger las pesas y ponerlas en su lugar.

5. Se pierden tus cosas.

No se puede hacer nada en un ambiente en el que no se confía. Si bien la instructora dice que los robos son poco frecuentes cuando los gimnasios tienen cámaras de seguridad, lo aconsajabe es asegurar las pertenencias y si se te pierde algo, es mejor buscar un lugar más seguro para entrenar.


6. ¿Antes muerto que ducharte ahí?

La higiene de un gimnasio es un factor clave. Lo ideal, explica Trigo, es hacer una limpieza profunda en las mañanas y hacer mantemientos durante todo el día, especialmente en las horas de más afluencia. “Debe haber personal para limpiar constantemente, vaciar los basureros y secar el piso de las duchas, especialmente en las mañanas cuando va más gente”.

7. No hay aire.

Hacer deporte en un ambiente cerrado y en el que el aire no circula, puede facilitar el contagio de enfermedades.

8. Hay muchas cosas rotas.

Es normal que los aparatos se averíen pero cuando son muchos a la vez, o dejan pasar meses para repararlo, afecta a la comodidad de los clientes. Mejor, busca otro lugar


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