lunes, 14 de noviembre de 2016

PARA LA ARMONÍA CORPORAL Y EL EQUILIBRIO EMOCIONAL Método Pilates



Al mismo tiempo, debía separar la cintura del suelo, arquearla ligeramente mientras trataba de imaginar una “lombriz helada” pasando por debajo y una “copita de vino” manteniendo el equilibrio encima de la cadera cuando con la pierna daba pequeñas patadas hacia delante. Sí, eso mismo. Y la instructora del Centro ZEN Pilates, Elsa del Carpio, vigilando de cerca que las lombrices no se aplasten ni que las copas imaginarias de vino se derramen.

Me costó entender de qué se trataba el Pilates hasta una tercera clase, cuando por fin pude mantener mi cuerpo equilibrado, sin tambalearme especialmente en la postura echada sobre el costado, en una rectitud perfecta como si fuese una flecha humana.

En los siguientes párrafos compartiré mi experiencia y la de otras personas que practican esta disciplina revolucionaria en todo el mundo.

Como una practicante del Pilates durante varios meses puedo decir que esta disciplina es interesante para quienes prefieren ejercitar su cuerpo con movimientos moderados pero efectivos, enfocándose por turnos en partes del cuerpo mientras otras están relajadas. Todo ocurre cuando se practica un tipo de respiración profunda que aquieta la mente y contribuye, en su conjunto, a mejorar el equilibrio físico y emocional.

Según mi experiencia, con el paso de las semanas fui conquistando otros desafíos cuando, por primera vez en la vida, comencé a adquirir conciencia real de mi propio cuerpo. Eso implicó aprender a manejar la respiración, desde seguir su curso en cada inhalación que ensancha la caja torácica hasta relajar la mandíbula en cada exhalación, al mismo tiempo que se ajusta un corsé imaginario, como si se apretaran las costillas que afinan el talle, solo respirando.

Entre otras cosas, supe lo que significa acomodar los omoplatos para corregir postura, entender cómo estirar el cuello y descubrir que los hombros pueden alejarse de las orejas, como parte de un conjunto de técnicas básicas que se mantienen constantes en cada ejercicio. Lo fundamental fue aprender a mantener activa mi “casa de poder” power house durante la clase y en la vida cotidiana. Se trata básicamente de lograr una tensión progresiva en los abdominales, acompañada de un ligero movimiento de la pelvis que protege la espalda baja.

Los beneficios para la salud son innumerables y cada “pilatero” o “pilatera” puede dar un→ →testimonio personal al respecto. De mi parte, agradezco haber aprendido a relajarme con la respiración y a trabajar músculos profundos de cada parte de mi cuerpo que ni sospechaba que existían.

¿Qué es el Pilates?

Elsa del Carpio, la instructora del Centro ZEN Pilates en Sucre, se refiere a este como un método de acondicionamiento físico muy completo que comprende la ejecución controlada de una gama amplia y específica de ejercicios orientados a trabajar el cuerpo como un todo.

“Trabaja desde la musculatura más profunda hasta la periférica, donde intervienen tanto la mente como el cuerpo, en una búsqueda permanente del equilibrio biomecánico, la eficiencia de la respiración y el entrenamiento de la mente”, dice Del Carpio, al explicar que se trata de una de las pocas técnicas que enseña a entrenar los músculos profundos antes de los demás, lo cual suma intensidad al trabajo de fuerza.

El objetivo del Pilates es focalizar la atención en la buena salud y en el fortalecimiento de la columna, agrega la instructora.

La instructora

Del Carpio comenzó con este método hace nueve años, cuando su médico le prescribió realizar algún tipo de ejercicio para superar problemas de salud. “Entonces, ni el médico ni yo sabíamos de la existencia del Pilates, así que practiqué por algún tiempo otras disciplinas que terminaron maltratando mi columna y rodillas. Buscando una alternativa más amable, llegué por fin a esta maravillosa técnica”.

Describe este descubrimiento como valioso para su calidad de vida y dice que los beneficios fueron inmediatos, para su salud y para su estado de ánimo. Se sintió profundamente motivada aprender este método para llevarlo consigo donde quiera que vaya.

Durante todo este tiempo se dedicó al estudio del Pilates y fue descubriendo su versatilidad más allá de lo que le enseñaron para alcanzar estados o niveles de consciencia que si bien parten de lo corporal y lo mental, afectan a la consciencia a nivel espiritual, según su propia opinión. “Durante mi entrenamiento como instructora de Pilates entendí mucho mejor sus principios, aplicaciones y alcances. Y finalmente decidí no solo llevarlo conmigo, sino transmitirlo”.

Después de difundirlo en otras dos ciudades, se trasladó a Sucre donde decidió establecer un espacio dedicado a enseñar y profundizar el estudio del Pilates de manera estable y sostenida. Así nació el Centro ZEN Pilates, un 5 de mayo en 2014.

En su estudio se aplica el formato “Mat o colchoneta”, muy práctico porque permite ejercitarse donde sea usando el propio cuerpo para alcanzar los objetivos de cada ejercicio. En su caso, se utilizan algunos implementos para dinamizar las clases y optimizar algunas rutinas de ejercicios, como por ejemplo el soft roller, las bandas elásticas, el small ball, el balón suizo o big ball y las tonning ball o pesas.

Ella tiene un interés personal en la propiocepción intuitiva (el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos) y en la meditación. Es así que a sus clases le añade el interés de que sus alumnas, en cada movimiento que ejecuten, se conecten de tal manera consigo mismas que logren tomar consciencia sobre la armonía natural que existe entre su cuerpo y su mente, hasta transformar su estado emocional y trasladar esa consciencia a su vida cotidiana.

Consejos para practicarlo

“En diez sesiones sentirás la diferencia, en veinte sesiones verás la diferencia y en treinta te habrá cambiado el cuerpo”, es la frase célebre que alienta la práctica consecuente de este método.

Según Elsa del Carpio, los cambios en el cuerpo son el resultado tangible de los cambios que suceden a nivel mental y emocional. En síntesis, las personas que aprenden a manejar su cuerpo en movimiento manejan también sus tensiones, aprenden a relajarse, corrigen su postura y, sobre todo, se conectan consigo mismas para asumir un nuevo estilo de vida.

“He acompañado a personas que a las treinta sesiones corrigieron su escoliosis, a otras que a la tercera sesión habían aprendido a aflojar las tensiones cervicales, a personas que después de las quince sesiones nunca más volvieron a sentir dolores lumbares, otras que redujeron o dejaron de tomar medicamentos para las migrañas, insomnio, ansiedad o depresión, y otras que estabilizaron su peso corporal como efecto colateral. Incluso una de mis alumnas, gracias a su constancia y perseverancia, se salvó de ser operada de un problema muscular”, comenta Elsa. Recuerda ese acompañamiento a procesos que ella califica como “felices”.

El Pilates es para hombres y mujeres de todas las edades con diferentes motivaciones, como corregir la mala postura o aliviar los dolores de espalda, tonificar la musculatura, afinar la silueta, adelgazar, combatir el estrés, adquirir mayor flexibilidad, complementarlo a otra práctica deportiva, mantener la funcionalidad del cuerpo o corregir alguna deformación en la columna como hiperlordosis, cifosis o escoliosis.

Historia y principios

El método fue desarrollado en el siglo XX por el alemán Joseph H. Pilates. Él lo denominó “Contrology”, que traducido al español podría significar, por su composición gramatical, “ciencia del control”. Según su creador, desarrolla el cuerpo uniformemente, corrige las malas posturas, restaura la vitalidad física, energiza la mente y eleva el espíritu.

Son ocho los principios fundamentales a la hora de entrenarse en el Pilates: Concentración, respiración, centrado, control, precisión, fluidez del movimiento, disociación y rutina.

Pero el método no se quedó estático: con la influencia del yoga, la gimnasia y la fisioterapia, evolucionó y se fue desarrollado. Se basó también en la experiencia adquirida día a día por los clientes o pacientes que pasaban por su estudio y enriqueciendo, a partir de conocimientos recopilados en conversaciones y debates con profesionales del mundo del deporte y de la medicina.

A la muerte de Joseph Pilates, en 1967, sus discípulos más cercanos difundieron el método y lo rebautizaron con el nombre de su mentor. •

Gabriela Verónica Carvajal

(16, estudiante del Colegio Boliviano Alemán)

“Te enseña a amar tu cuerpo y a tratarlo bien”

“Me ayudó a fortalecer los músculos más profundos, me gusta porque relaja mi cuerpo y mi mente. Es diferente a cualquier otra disciplina; no es de alto impacto, pero sus resultados son excelentes. He aprendido a conectarme con mi cuerpo, a saber manejarlo. Pero sobre todo el Pilates te enseña a amar tu cuerpo y a tratarlo bien.

Además, corrige problemas de espalda, caderas, rodillas y postura. Es importante porque a nuestra edad tenemos malos hábitos de postura, falta de ejercicio y mala alimentación. El Pilates es una maravillosa forma de evitar problemas futuros de columna, ciática y sobrepeso.

Son ejercicios que todos pueden hacer, al ser movimientos lentos y controlados sin sobrepasar las capacidades propias y guiados por la instructora”.

Carmen Abuawad

(53, labores de casa)

“Llegué al Pilates porque sentía que faltaba algo en mí”

“Llegué al Pilates porque sentía que faltaba algo en mí a pesar de que practicaba tenis, wally, raquet. Vinimos hace dos años con mi hija Tatiana Giménez, que por su profesión de odontóloga se quejaba de dolor de espalda y, ahora, ya no hay trauma pese al tiempo que pasa sentada con sus pacientes.

Yo también me quejaba de la espalda baja y del cuello. El Pilates me ayudó a controlar el estrés, las angustias, las preocupaciones, por las que a veces no se puede dormir; en ese momento practico las técnicas de relajación y es una maravilla. El cuerpo sufre tantos cambios hormonales y de temperamento que el Pilates es de gran ayuda.

Invito a las mujeres de cualquier edad, que sienten curiosidad del Pilates, a que vengan y experimenten sus beneficios”.

Carolina Arce

(59, cosmetóloga)

“Estabilicé mi columna y recuperé masa muscular”

“Llegué al Centro ZEN Pilates para estabilizar la musculatura y posición de la columna y, realmente, me ha sentado muy bien. Desde muy niña hice ejercicios, ballet, aeróbicos, danza y yoga, pero tenía problemas de salud en mi columna.

Con el Pilates, mi salud ha ido mejorando y he ido reponiendo mi musculatura, acompañando con una dieta especial, en mi caso, para subir de peso. Es un método que yo recomendaría porque no tiene un límite de edad. Estupendo sobre todo para personas que necesitan aprender a manejar el estrés y que tienen problemas con la postura”.

Virginia Arce

(51, gerente de Belleza de Belcorp)

“Si tranquilizas el cuerpo, tranquilizas la mente”

“Es una disciplina que ayuda integralmente al cuerpo y al alma. No solo trabajas tu cuerpo, te ayuda a relajarte mientras aprendes a disociar ciertos movimientos unos de otros.

Otro beneficio es la elasticidad en el día a día, la elongación de los músculos… Ha cambiado mi forma de caminar y hasta de pararme… Cuando me pongo nerviosa o tensa en el trabajo, empiezo a utilizar la respiración de Pilates. Y cuando estoy a punto de estallar hago el ejercicio de los hombros, que es respirar levantándolos y bajándolos de golpe, botando el aire. Si tranquilizas el cuerpo, tranquilizas la mente”.

Carolina Tórres

(25, prepara su tesis de Arquitectura)

“Me olvido de todo y cuando salgo estoy como nueva”

“Me costó acostumbrarme, me quedé porque he percibido un cambio en mi cuerpo. Normalmente estoy todo el día en la computadora y el Pilates me relaja, afloja mis articulaciones. También he bajado de peso y aumentado glúteos, lo que con ningún otro deporte.

Entre los beneficios, sobresale el aprender a respirar correctamente para relajar tensiones, a controlar y a tener una conexión con cada parte del cuerpo. Esto me pareció raro al principio y hasta chistoso, pero a partir de una clase pude apreciar esa conexión de la que hablaba. Me parece importante que vengan, sobre todo, las personas jóvenes”.

Beneficios del Pilates para la salud

PARA EL CUERPO

Consigue relajar y liberar de tensiones al cuerpo, y de estrés y preocupaciones a la mente.

Se obtiene la experiencia de la propiocepción (capacidad de percibir la posición de los músculos) y la habilidad de relajarlos.

Corrige la postura y alineación de la columna vertebral.

Fortalece el sistema óseo.

Tonifica y elonga la musculatura profunda y global.

Fortalece la musculatura abdominal hasta lograr el “vientre plano”.

Aumenta la flexibilidad, el sentido del equilibrio y la coordinación de los movimientos.

Reduce dolores y afecciones de origen tensional.

Previene y rehabilita lesiones neuromusculares y del sistema músculo - esquelético.

Aumenta la vitalidad y fuerza para realizar las tareas cotidianas.

PARA EL ALMA

Reduce el estrés, los estados de ansiedad y la depresión.

Mejora el humor y la calidad de vida.

Eleva la autoestima.

Mejora los niveles de concentración, la memoria y la habilidad para “aquietar la mente”.

Complemento del trabajo Pilates

El Centro ZEN Pilates en Sucre incorpora sesiones grupales e individuales sobre técnicas de respiración y relajación, como dos herramientas óptimas para armonizar el cuerpo y la mente.

También trabaja de manera coordinada con profesionales de la medicina y la fisioterapia, ofreciendo un servicio de apoyo terapéutico a sus pacientes para afrontar problemas de salud que requieren la práctica de ejercicios controlados y guiados.

Al impartirse clases a grupos pequeños de 6 a 7 personas, se realiza un seguimiento personalizado. Da clases a embarazadas y en casos especiales se ofrecen clases individuales.

Facebook: Zen Pilates. Celular: 79267936


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