martes, 27 de septiembre de 2016

Reírse mientras se ejercita ayuda a la salud mental y a la resistencia



Incluir la risa en un programa de actividad física centrado en la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad puede mejorar otras habilidades como la salud mental, la resistencia aeróbica y la confianza, ha revelado un estudio dirigido por la Georgia State University de EEUU.

En la investigación participaron adultos mayores en un programa de ejercicios de intensidad media llamado "LaughActive", que incorpora la risa simulada en los ejercicios físicos.

Esa risa simulada consiste en que la gente empiece inicialmente a reír (aunque no tenga ganas), y luego pase por los distintos movimientos de la risa. En este proceso, se utilizan ejercicios que facilitan el contacto visual y los comportamientos lúdicos con otras personas, lo que ayuda a que esa risa inicialmente simulada se convierta en genuina.

Las técnicas de risa simulada están basadas en el conocimiento de que el cuerpo no puede distinguir entre risa real fruto del humor de la risa auto-iniciada como ejercicio físico. Ambas formas de risa tienen grandes beneficios para la salud, indican los especialistas.
Abuelitos felices

Cómo se comprobó

Durante seis semanas, los participantes del estudio acudieron a dos sesiones de ejercicio físico por semana que incluían 10 ejercicios de risa de entre 30 y 60 segundos.

De este modo, se incorporó el ejercicio de risa a la rutina de un entrenamiento basado en ejercicios de fuerza, equilibrio y flexibilidad. Ya estaba demostrado científicamente que la risa fortalece y relaja los músculos mientras se trabaja la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad.

El estudio tuvo los siguientes resultados: se constataron pequeñas mejorías en los participantes en salud mental, resistencia aeróbica y expectativas de recuperación, basándose en el asesoramiento completado por los participantes.

Cuando se le preguntó a los participantes sobre su satisfacción con el programa, el 96,2% de ellos indicaron que la risa añadida al ejercicio les proporcionó disfrute; el 88,9% indicó que la risa les ayudó a hacer que el ejercicio físico fuese más llevadero; y el 88,9% que el programa realzó su motivación para participar en otros ejercicios colectivos o actividades.

La risa ayuda a moverse

Asociar la risa al ejercicio físico puede hacer que las personas se mantengan motivadas y que sigan haciendo deporte. Como explica Celeste Greene, autora principal del estudio, en un comunicado de la Georgia State University, "la combinación de risa y ejercicio puede motivar a las personas mayores a comenzar a hacer deporte y a seguir con su programa de entrenamiento”.

Además, la risa simulada puede ser una manera ideal para los más mayores con deterioro funcional o cognitivo, ya que mejora la fisiología y el funcionamiento cognitivo. En el programa ideado por Greene y su equipo, los participantes sólo tienen que iniciar la risa como ejercicio corporal. No hay necesidad de confiar en las habilidades cognitivas para "pillar la broma", porque no hay broma.

Aún, se necesitan más investigaciones para comprender mejor los mecanismos ocultos de la risa, el efecto de los diferentes niveles de exposición, y los beneficios que tiene para la salud; pero de momento la risa como herramienta de motivación para el ejercicio físico ha demostrado resultar muy útil.

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