Medio de transporte. El retorno al uso de la bici está ganando más seguidores y la tendencia
al pedaleo es notorio. Ahora también es una forma saludable de llegar al trabajo.
Qué lejos quedaron aquellos años en los que la gente veía a la bicicleta como único medio de transporte. En las décadas 50 y 60 era común que en un día de semana cualquiera, cuando el reloj marcaba pasada las doce del medio día, las calles del centro de la ciudad se llenaban de bicicletas negras, que esperaban que el oficial de Tránsito les autorice el paso para proseguir su camino.
En ese entonces era una carrera desenfrenada de duro pedaleo, puesto que solo tenían dos horas para comer y volver a sus puestos laborales. Hoy en día, las cosas cambiaron drásticamente y son los automóviles los que ocupan las calles; pero todavía existen personas que emplean habitualmente a las bicicletas como un medio de transporte y que hoy cuentan su experiencia en la lucha por retomar el pedaleo con seguridad y tranquilidad.
Pedro Cáceres, en el prólogo del libro “Bicios”, del escritor Pedro Bravo, cuestiona si la bicicleta es una moda o una solución de futuro para la movilidad en las ciudades.
Y es que de unos años a esta parte aumentó el número de personas que usan la bicicleta como medio de transporte, aunque hoy en día todavía muchos la consideran como una forma excéntrica o marginal de moverse; sin tomar en cuenta los beneficios que trae a la salud y al medio ambiente.
ciudades amigables
con el uso de la bicicleta
A nivel mundial existe un fuerte movimiento por promocionar el uso de la bicicleta. Actualmente, Europa cuenta con el mayor número de ciudades a favor de esta tendencia; aunque también existen sociedades que recientemente comienzan a dar mayor importancia a los ciclistas.
Entre las ciudades más activas se encuentran: Ámsterdam, Copenhague, Berlín, San Francisco y Barcelona; y a nivel latinoamericano Santiago de Chile, Sao Paulo y Goiania cuentan con programas especiales para la promoción del uso de las bicicletas.
Sociedades que lanzaron campañas para ofrecer una plataforma de actividades que conecte las iniciativas en sus regiones y ayude a alimentar el deseo por el desarrollo de medios favorables a la bicicleta.
Cochabamba también genera esos y otros tipos de movimientos sociales, pequeños o grandes aportes, personales o colectivos que están guiando a la ciudadanía hacia una alternativa más saludable y amigable con el medio ambiente.
Es así como la bicicleta está volviendo tímidamente a buscar enlazar su funcionabilidad con el avasallamiento de una urbe moderna que se niega a ceder espacios.
DOS RUEDAS PARA ir a trabajar
En el extranjero es común que algunas empresas motiven a su personal para que lleguen a sus fuentes laborales en bicicleta; en Cochabamba todavía son pocas las instituciones que incentivan el uso de este medio de transporte.
InterGraphics, Digital Outsourcing, es una empresa que exporta servicios digitales en el área de diseño gráfico y es una de las primeras empresas en promover la bicicleta como medio de transporte amigable entre sus empleados. La iniciativa surgió de su gerente general, Juan Cristóbal Quiroga, quien preocupado por la creciente contaminación ambiental buscó la manera de crear canales alternativos para disminuir el problema.
La ciudad de Cochabamba tiene rasgos físicos de consideración, puesto que es un valle encerrado entre montañas, situación que no permite una adecuada eliminación de los gases tóxicos que emite el parque automotor y que se quedan suspendidos en el ambiente; entre ellos: el monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos no quemados (HC), y compuestos de plomo y anhídrido sulfuroso.
La primera tarea que desempeñó Juan Quiroga fue conseguir el presupuesto para financiar la adquisición de las bicicletas. “Compramos 10 unidades para la empresa, la mitad estaba subvencionado por la embajada de Dinamarca y la otra mitad a cargo de InterGraphics, puesto que quería ofrecer las bicis para que los empleados se animen a sumarse a este desafío”, afirma Quiroga.
Hace cuatro años lanzó su proyecto. Poco a poco la gente respondió a este desafío y a la fecha el 70 por ciento de los trabajadores utiliza o utilizó este medio de transporte.
La mayoría del personal se movilizaba en servicio público de transporte y, en algunos casos, en vehículo privado; pero en la cotidianidad enfrentaban algunos contratiempos, como encontrar parqueo o que no llegue la movilidad a la hora acostumbrada e incluso era un costo adicional para el trabajad si es que utilizaban taxi.
“El transporte en bicicleta de los trabajadores es una práctica totalmente ecológica que tiene múltiples beneficios, tanto para la salud como para la empresa”, asegura Quiroga.
En estos años de trabajo, Juan Cristóbal se dio cuenta que este proyecto no solo mejoró la salud de sus empleados, sino que también obtuvo beneficios empresariales, puesto que la gente llegaba más puntual y además con mucho más ánimo para empezar la jornada de trabajo.
Es así como la empresa que dirige se convirtió en un referente alternativo en las políticas de bienestar ocupacional y Responsabilidad Social Empresarial de la ciudad. Incluso se prevé que otras repliquen este sistema.
experiencia de pedaleo
El uso de la bicicleta, sin llevarlo a los extremos, es considerado como uno de los ejercicios más saludables que una persona puede realizar. Aunque existen muchos deportes que mejoran la condición física, la bicicleta es un medio de
transporte único y su uso habitual ayuda a controlar el colesterol, el sobrepeso y el estado de ánimo mejorará muchísimo.
Roger Fernando Amaya Iriarte, de 45 años de edad, comenzó a transportarse en bici hace tres años y medio, precisamente cuando empezó a cumplir funciones en InterGraphics, ubicada en la avenida Santa Cruz esquina Buenos Aires, en la zona norte de la ciudad. Su horario de trabajo se inicia a las seis de la mañana y termina a las dos de la tarde, por lo que sale de su hogar 40 minutos antes, desde la zona del IC Norte de la avenida D`orbigny, para llegar unos minutos antes.
“Demoro cerca de 15 a 20 minutos en llegar. A esa hora la ruta es muy tranquila y por eso siento que es un paseo. Es una forma divertida de iniciar la mañana, porque después me quedo en mi escritorio toda la jornada laboral”, afirma Roger Fernando.
Pero para este empleado la bicicleta se convirtió en una forma habitual de transporte y por ello llega a realizar sus actividades cotidianas en el centro de la ciudad, ya que es mucho más fácil de movilizarse de un lado a otro; pero este pedalero reclama a las autoridades que no existen zonas de parqueo para bicis.
Otro de los empleados de la institución que hizo de la bici su medio de transporte es Reynaldo Claros de 35 años, quien todos los días pedalea unos 22 kilómetros desde la zona de Apote, Tiquipaya, hasta su lugar de trabajo; la misma distancia que recorre para retornar a su hogar.
“Mi trabajo me exige estar sentado y al final de la jornada ya no tengo ánimo para ir a un gimnasio para hacer ejercicios. Es por eso que me transporto en bicicleta, ya que es una manera de tener actividad física”, asegura Claros.
Cada mañana sale a las cinco de la mañana y para él es un trayecto muy placentero, que no es la misma sensación al retorno, ya que debe enfrentar el problema de la congestión vehicular, la falta de espacio de circulación para los ciclistas y el abuso de los malos conductores.
“Retornar a mi hogar es complicado, porque requiere de más preparación física, ya que hay senderos en ascenso; pero, lo que es más complicado es lidiar con el parque automotor. A esa hora, dos de la tarde, hay trancaderas, bocinazos, la gente se cruza en el camino”, dice Claros.
Juan Cristóbal Quiroga asegura que este es un hábito que hay que difundir y acrecentar, cuidando siempre la integridad física, puesto que el ciclista enfrenta muchos riesgos en la calle, ya que la ciudad no está adecuada para ellos. “La bicicleta no solo mejora la condición física, sino que también nos ayuda a generar un mejor ambiente para la nueva generación de ciudadanos”, finaliza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario