sábado, 4 de marzo de 2017

Pilates con máquinas



Un entrenamiento que combine lo físico, mental y espiritual es posible a través del pilates, que es un sistema creado a principios del siglo XX por el alemán Joseph Hubertus Pilates para mejorar la calidad de vida. En La Paz existen sesiones donde además de realizar los ejercicios de piso se cuenta con máquinas diseñadas especialmente para esta disciplina.

“Pilates utilizó dos variantes para trabajar con sus alumnos, que son piso y máquinas. Sus primeras máquinas las creó añadiendo muelles a las camas de los pacientes del hospital de heridos de guerra de la isla de Man, donde trabajó como camillero durante la I Guerra Mundial”, explica la instructora Sylvia Fernández, del estudio Mara Pilates.

Daniela Barrenechea y Sylvia Fernández hacen ejercicios de piso. Fotos: Pedro Laguna y Felipe Sánchez de Lozada.

Entre los equipos están el trapecio o cadillac, sillas, barriles y reformer, todos enfocados a resolver problemas posturales y fortalecer la musculatura. “Para esta disciplina no hay un límite de edad y es recomendada tanto para personas que hacen otros ejercicios como para quienes no tienen ninguna actividad física adicional”, dice Mara Storl, instructora y propietaria del estudio.

Además, la propuesta trabaja el uno a uno, por lo que las sesiones de una hora tienen cinco personas como máximo. “Se comienza con un análisis postural para ver cómo está la musculatura del alumno en términos cualitativos. Se debe conocer el cuerpo de la persona, sus características y saber qué ha ejercitado en el pasado para determinar cualquier patología como desviaciones en la columna, y así planificar el entrenamiento”, indica Daniela Barrenechea, instructora en Bolivia y en Emiratos Árabes.

Las instructoras muestran su flexibilidad en los barrilles.

Los beneficios de esta práctica se observan en lo exterior como en lo interior porque la idea es armonizar mente y cuerpo. “Cada vez es más común que las personas sufran dolores de espalda, articulaciones o contracturas musculares. Lo que se busca es prevenir el deterioro corporal y trabajar por cuerpos más saludables mental y físicamente”, agrega Storl.

La agilidad y fuerza del movimiento destacan en esta práctica, pero si eres nuevo en ella no hay problema porque la introducción se realiza poco a poco y el desarrollo es progresivo. “Aprendes a fortalecer tu centro abdominal con el objetivo de que tu columna esté saludable y haya buena movilidad. Se trabaja con la musculatura profunda que está en constante movimiento para lograr lubricar tus articulaciones sin que esto sea agresivo”, acota Fernández.

Una clase de pilates hace la diferencia. No solo tonificas y esculpes el cuerpo, sino que te sientes bien tras el ejercicio, fortaleciendo también tu determinación.

Daniela Barrenechea entrena en el reformer.

Trapecio o cadillac:

Es una cama con una estructura de metal superior de la que cuelgan varios elementos (poleas y barras móviles) que posibilitan realizar decenas de variantes de ejercicios. Se emplea para ejercitar las piernas, el abdomen, las caderas, el pecho y para alinear correctamente la espalda.

Sillas:

Esta especie de banquito es ideal para reequilibrar la musculatura y es beneficiosa para aquellas personas que por su actividad diaria permanecen demasiado tiempo sentadas o de pie. También para quienes trabajan su cuerpo y tienen buen estado físico.

Barriles:

Es una estructura de medio cilindro, que permite arquear el cuerpo y ejercitar la columna vertebral. Posibilita estirar la musculatura y mejorar la postura corporal.

Reformer:

El aparato ha evolucionado hasta el punto de existir una rama del pilates específica para esta pieza. Consiste en una especie de cama con rieles que se deslizan en una plataforma, dispone también de varios agarres, muelles y poleas para ejercitarse.

Fuente: Mara Storl, Sylvia Fernández y Daniela Barrenechea (Estudio Mara Pilates, Achumani C. 23)





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