jueves, 31 de agosto de 2017

El ejercicio sin control puede derivar en una enfermedad cardiaca


Correr una maratón, practicar un deporte extremo o jugar fútbol con los amigos cada domingo son actividades que cobran cada vez mayor valor en la ciudad porque se las relaciona con la salud y el buen estado físico; sin embargo, dos especialistas alertan sobre la importancia de someterse a controles para prevenir posibles daños en el corazón por un esfuerzo excesivo o para detectar a una alteración de orden genético.

La recomendación se da en el marco de la realización de las Jornadas de Capacitación que se realizan hasta hoy en la universidad Udabol, a cargo del disertante argentino Franco Merschon, cardiólogo formado en Córdoba (Argentina), especializado en electrofisiología en Barcelona (España).

En Santa Cruz existen alternativas para realizarse una evaluación y, si corresponde, para una intervención quirúrgica de implante de un marcapasos o un desfibrilador (dispositivo que emite descargas eléctricas). La Unidad de Hemodinamia y Cardiología intervencionista del hospital San Juan de Dios se pone a disposición equipos de diagnóstico de afecciones cardiacas manejados por especialistas por el pago mínimo de una consulta.

Sin nada que envidiar
El responsable de la Unidad de Hemodinamia, Ronald Cuéllar Ortiz, destaca que la tecnología y experiencia de los profesionales cruceños es equiparable a las de cualquier centro de salud de Sudamérica.
Cuéllar informó que desde que se abrió este centro, en noviembre de 2014, se atendió 1.200 pacientes y se implantaron dispositivos electrónicos a 200 pacientes.

Grupos de riesgo
En este centro, la mayoría de los pacientes que sufren por una arritmia cardiaca o por un bloqueo auriculoventricular completo (colapso del sistema nervioso del corazón que ya no genera impulsos eléctricos) son un 80% gente que padece de Chagas. El otro porcentaje se lo reparten los pacientes por diabetes, hipertensión, consumo de tabaco o envejecimiento

Sin embargo, no es poco frecuente encontrar casos de jóvenes que también sufren de una muerte súbita. Es decir, de un paro cardiaco inesperado en una persona que lucía aparentemente sana. “Tenemos el caso de un joven que sufrió dos paros cardiacos. Uno por jugar fútbol y otro por jugar tenis. Le implantamos un desfibrilador aunque nos preocupa porque no sigue las recomendaciones que le damos”, señaló.

El caso de esta persona se debe a una alteración de orden genético hereditario que podría haberse evitado con los debidos estudios. En personas mayores de 50, la recomendación además de someterse a pruebas de manera regular es realizar una actividad física cuya intensidad sea acorde a la frecuencia con que se practica.

El costo de un marcapaso
Una persona con una afección cardiaca puede morir en un año; con un marcapaso su tiempo de vida se alarga.
Los costos de estos aparatos varían entre $us 2.000 a 20.000 y dependen del tipo de marcapaso que requieren. Si el enfermo no puede costearlos, debe buscar ayuda en alguna institución solidaria. Frente al San Juan de Dios está la institución de ayuda Puente de Solidaridad, a una cuadra la Fundación Davosan, mientras que por la zona del Abasto se encuentra la Fundación Niño Feliz.

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