sábado, 16 de julio de 2016

Escucha a tu cuerpo para evitar una fatiga crónica



Practicar ejercicio es una de las claves fundamentales para mejorar nuestra salud. Pero para ello, el deporte debe realizarse de forma planificada, con unos ejercicios correctamente realizados y adaptados a nuestras características. Cuando esto no ocurre, y el ejercicio es excesivo, o realizamos mal ejercicios de forma repetida corremos el riesgo de lesionarlos o de entrar en estados de fatiga crónica que en deporte se conocen como ‘sobreentrenamiento’. Es importante señalar que en estos procesos provocados por el ejercicio se ven incrementados por el estrés que tengamos en otras facetas de nuestra vida como el trabajo o la vida personal.

Pero antes de llegar a este estado de sobreentrenamiento o a la lesión, el cuerpo muestra una serie de síntomas. Si escuchamos a nuestro cuerpo podremos prevenir. Decir que los estados de sobre entrenamiento requieren de meses de recuperación hasta que el cuerpo vuelve a su estado de equilibrio. Veamos algunos ejemplos de las señales que nos da el cuerpo.

1. Frecuencia cardiaca elevada al despertar. Este es un truco que utilizan los deportistas profesionales. Miden a diario su frecuencia cardiaca al despertarse obteniendo una media. Cuando detectan dos o tres días seguidos que está especialmente elevada, es un síntoma de sobreesfuerzo, por lo tanto es necesario descansar o bajar bastante la intensidad hasta que el ritmo cardiaco se estabilice.

2. Calidad del sueño. Otro factor que nos permite anticipar una fatiga crónica es la calidad del sueño. Si notamos que a pesar de estar muy cansados no dormimos profundamente, nos despertamos repetidamente puede indicar un estado de sobreentrenamiento. Siempre es interesante ver diferentes parámetros juntos, como la frecuencia cardiaca.

3. Calenturas. Las calenturas se producen por el virus del herpes que está latente en el cuerpo de muchas personas. Estas calenturas suelen aparecer con procesos de estrés o de sobre entrenamiento.

4. Te duelen las rodillas al bajar escaleras. Este síntoma puede indicarnos que estamos en peligro de lesión en el cartílago de nuestras rodillas. Este gesto de bajar escalones supone un estrés importante para la rótula, de manera que si la musculatura no funciona bien o la postura de la rodilla no es la adecuada al movernos vamos a ir deteriorando el cartílago pudiendo provocar condromalacia rotuliana. Si empezamos a sentir este tipo de molestias debemos ponernos en manos de un profesional para reforzar y corregir de cara a evitar problemas mayores.

5. Te duele la lumbar al despertarte. Uno de los problemas más comunes en la sociedad occidental es el dolor lumbar. Este puede venir producido por diferentes motivos y es fácil que experimentemos estas molestias en diferentes momentos de nuestra vida sin tener ninguna lesión específica. Pero si se empiezan a reproducir estos episodios debemos tener precaución, ya que puede ser la señal de una lesión más seria como una protusión discal o una hernia.

En este sentido si empezamos a notar que cada mañana nos levantamos doloridos y a medida que pasa el día vamos mejorando, debemos interpretarlo como un síntoma de inestabilidad en la espalda. Debemos trabajar toda la zona del core y nuestra postura para evitar males mayores.



** Angel Merchan es director y entrenador personal de Home Wellness Madrid. Puedes seguirlo en Instagram y en Twitter.

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