viernes, 22 de julio de 2016

Vas al gym, ¿y no pierdes peso?



Te despiertas a las 6 am para ir al gimnasio de lunes a jueves. Terminas con la polera mojada y sales agotada. Nunca cenas hidratos de carbono. No comes pan. Has sustituido el azúcar por estevia, y solo tomas postre los fines de semana. Pero a pesar de todos tus esfuerzos, no pierdes ni un gramo, y si lo haces, no lo pierdes al ritmo esperado. ¿Te sientes relacionada con esta situación? Culpables hay muchos y entre las causas más comunes de esta desgracia están: la edad o determinados cambios hormonales, o el hecho que estas cometiendo ciertos errores –más frecuentes de lo que tú piensas– que están estancando esa progresión de pérdida de peso.

Hay muchos errores que sabemos que los estamos cometiendo y otros que no tenemos idea. La clave está en identirficarlos y corregirlos para comenzar a ver los cambios en la báscula, o esos jeans. Cabe resaltar la importancia de plantearte un objetivo de pérdida de peso real, coherente y asumible a medio plazo. /



ERRORES QUE COMETES EN EL ‘GYM’

No cambiar de tabla de ejercicios cada 5 semanas

De acuerdo a los expertos en fitness, no cambiar de rutina de vez en cuando, no solo afecta a tu motivación (otro factor relacionado con la pérdida de peso) sino que hace que el músculo se acostumbre a un estímulo repetitivo, gastando menos energía y haciendo que nos estanquemos en la pérdida de peso. Por eso lo ideal es cambiar de tabla o rutina cada 5 semanas. Si vas al gimnasio Premier seguro que un instructor de guiará y personalizará la guía de ejercicios perfecta para ti y tus objetivos.

Realizar rutinas con demasiados descansos

Contabilizar la hora que entras y la hora a la que sales del gym no es una referencia válida para valorar la intensidad de rutina. Y es que hacer entrenamientos que impliquen descansos entre cada ejercicio es otro de los errores más frecuentes que observan los entrenadores personales. ¿La solución? Llevar a cabo una rutina estructurada en dos partes, realizando una primera parte con 4 ejercicios seguidos y descansar solo entre la primera y la segunda parte.

Hacer ejercicios de pesas con descanso

Ya hemos dicho en varias ocasiones que los ejercicios de tonificación con pesas también ayudan a perder peso ya que hacen que el metablismo se active por más tiempo, en reposo y después de la sesión de fitness. Pero para que esto ocurra así, es necesio realizar repeticiones seguidas sin descanso para poder quemar. De lo contrario, lo que conseguirás es aumentar la masa muscular.

Entrenar menos de dos días a la semana

Siempre insistimos en que algo es mejor que nada, pero a la hora de perder peso es necesario hacer, como mínimo, dos entrenamientos a la semana, siempre teniendo en cuenta otra máxima: para que el entrenamiento sea efectivo y el cuerpo pueda asimilarlo es necesario dejar entre 48 y 72 horas de descanso entre uno y otro.

Llevar a cabo sesiones demasiado cortas

Para que un entrenamiento sea efectivo debe tener una duración mínima de 20 minutos y hacerlos sin descanso para que el metabolismo cambie y empecemos a quemar grasas. De la misma manera, la parte de cardio en el total de la sesión debe durar, por lo menos, 20 minutos para que resulte efectiva en lo que a pérdida de peso se refiere.



ERRORES QUE COMETES EN TU DIETA (Y ESTILO DE VIDA)

Haber realizado muchas dietas (y/o muy restrictivas)

A la hora de ponerse a dieta es fundamental ponerse en manos de un nutricionista que elija la dieta que mejor se adapta a tus necesidades. Cuando no se hace y se somete a nuestro cuerpo a demasiadas dietas sin control, nuestro propio organismo puede llegar a frenar la pérdida de peso ya que se ve sometido a una restricción alimentaria que afecta al metabolismo basal, lo que se denomina síndrome del camello. Cuando el cuerpo percibe que no tiene suficiente gasolina, la poca que le damos se la guarda en forma de reserva por si la necesita en un futuro.

Dormir menos de 6 horas

Está científicamente comprobado: dormir poco aumenta el apetito porque se eleva la cantidad de grelina en sangre, una hormona que aumenta el apetito y se produce cuando se detecta la necesidad de reabastecer de combustible al cuerpo. Por eso, la solución es dormir más de 6 horas para evitar esa disfunción hormonal.

Cenar solo fruta de forma habitual

Aunque hacer de forma puntual una cena detox a base de fruta como piña, papaya o sandía para compensar una comida copiosa es una buena idea, hacerlo de forma habitual no lo es, sobre todo si queremos perder peso. No se trata de una cena equilibrada, solo estaríamos aportando hidratos de carbonos y la proteína y la grasa estarían ausentes.

No tomar fruta después de las comidas

Siempre se ha dicho que tomar fruta después de la comida engorda, pero este es solo un mito pues no tiene una consistencia científica. La fruta contiene altas dosis de fibra que pueden aumentar tu sensación de saciedad si te has quedado con hambre en la comida y así evitar el picoteo de más tarde. Si estás cuidando tu alimentación, puedes escoger frutas de bajo aporte calórico.

Pesarse todos los días

Estar a dieta o controlar tu peso no implica pasar por la báscula todos los días. De hecho, hacerlo es un gran error ya que puede tener un efecto desmotivante cuando no se baja de peso. Lo mejor es fíjate en las sensaciones corporales, es decir, en si te sientes más ligera, en lo que te dice la ropa…

Asimismo, debes tener en cuenta dos cosas: que los efectos del ejercicio sobre el peso no son tan inmediatos como cuando se hace una dieta (se producen después de unos 2 meses de practicar actividad física intensa, es decir, unas 3 veces por semana con sesiones de una hora de duración). Y que la báscula no siempre es un buen referente a tener en cuenta ya que nos indica el peso, pero no dice qué parte de ese peso es músculo y cuánta es grasa. Lo importante es no relacionar siempre aumento de peso con aumento de grasa. Por eso los expertos recomiendan hacer una buena valoración antropométrica (teniendo en cuenta otros valores como la grasa corporal, masa muscular, densidad ósea) antes de iniciar el plan de ejercicios y durante el desarrollo del mismo.

Abusar de la comida ‘light’

Y es que, un consumo excesivo de estos productos, puede aportar un mayor porcentaje de azúcares en su composición que se convierten en grasa si hay un exceso.


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