domingo, 15 de mayo de 2016

¿Quieres mejorar tu salud? Haz ejercicio

La práctica regular de ejercicio físico quizá sea el mejor tratamiento estético natural: un mejor color y textura de piel y cabello, menos arrugas, menos celulitis y varices, cuerpo más estilizado o menos sobrepeso son algunos de los efectos posibles.

“Está demostrado que una sola sesión de ejercicio ya hace que te sientas más guapo, mejora la percepción que tienes de tu cuerpo; la razón posiblemente esté en la liberación de endorfinas, que hace que te sientas más contento, más a gusto con tu cuerpo y te veas más bello”, afirma Carlota Torrents, profesora del Institut d’Educació Física de Catalunya, para justificar la creciente tendencia a vincular el ejercicio con el atractivo físico y la belleza.

Si, como se suele decir, la cara es el espejo del alma, a nadie le debería extrañar esta vinculación, puesto que los beneficios del ejercicio sobre la salud física y mental están constatados y hace tiempo que se receta como el mejor antídoto contra el envejecimiento.

Pero más allá de facilitar un mejor porte y aspecto, el impacto que el ejercicio físico tiene sobre el organismo y los procesos internos que desencadena hacen que sea una significativa herramienta como tratamiento antienvejecimiento, celulítico, remodelador, dermatológico o capilar, entre otros.

Entre las virtudes estéticas que se le atribuyen figuran un mejor color y textura de la piel, una mejora de la apariencia del acné, una reducción de la celulitis y las varices, un retraso en la aparición de arrugas, menor sobrepeso.

Luis Miguel López Mojares, médico especialista en Fisiología del ejercicio y profesor de la Universidad Europea de Madrid, subraya que, más allá de especulaciones sobre efectos estéticos concretos, lo que consigue el ejercicio es que el organismo esté en las condiciones más sanas posibles y que la razón está en unas sustancias que liberan los músculos cuando se contraen (mioquinas) y en la constatación de que las personas con actividad física regular mantienen una mayor longitud de los telómeros que protegen los genes.

“La práctica regular de ejercicio es una gran herramienta para envejecer mejor y encontrarnos más saludables porque la

investigación

científica ha demostrado que las mioquinas tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes, reducen la masa grasa visceral (la más

peligrosa), mejoran la vascularización, el metabolismo, el funcionamiento del sistema nervioso y la calidad del sueño; mientras que disponer de unos telómeros más largos protege contra enfermedades crónicas invalidantes”, explica Luis Miguel López.

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